sábado, 31 de enero de 2009

Animal de Costumbre

Estoy acostumbrada
a perder,
no poder,
no ir en contra de ella, de él.

Valer menos que un hombre.
Olvidada ante la imagen
de Vanessa, la vecina,
renegada a la sombra de Susana,
la novia escogida.

Estoy acostumbrada a desfallecer,
no tener,
fingir para obtener,
conseguir la infidelidad
para un poco poderte acariciar.
Estoy acostumbrada
a no ser la ideal.

Oír promesas que quedan en palabras,
acciones que las acompañan,
lágrimas que empañan,
sueños botados a la almohada.

Estoy acostumbrada
a los “te quiero” de improviso,
los “te amo” de compromiso,
el “ te extraño” por lástima.
Dos años que pasan,
cuando no pasaba nada,
un mes especial
que me regresa a la verdad:
Los dos tienen a alguien más.
Estoy acostumbrada,
volver a comenzar,
Lucianos vienen y van,
siete anillos tengo ya.

Una maleta para un no suicidio
careta de infelicidad.
Estoy acostumbrada,
olvidar para vivir,
no te preocupes por mí.

miércoles, 28 de enero de 2009

3.14

Tres catorce a.m.
suspiros se impregnan en el ambiente,
Tres quince a.m.
en punto sin un segundo,
tus dedos se enredan entre mi cabello,
mis labios juegan sobre los tuyos.

Tres dieciocho a.m.
He perdido ya toda cordura,
mis ojos se dilatan
y los tengo que abrir de par en par
para admirar tu piel blanca.

Ojos cerrados,
el sofá negro debajo,
un reloj marca las tres y tantos
mientras estas entre mis brazos,
extraño en segundos tus besos
el sabor a químicos de tu cuello.

Tres y media a.m.
Te abrazo,
mientras te recargo en mi brazo,
me apodero de tus labios,
tan húmedos,
tan suaves,
tan necesarios.

Apóyate en mi regazo
para no olvidar los “te quiero” dados,
los sueños de la almohada,
el anillo regalado.
Las tres cuarenta que pasan.

martes, 27 de enero de 2009

2 de 5

Hora de la muerte 11.57.
Hora de la noticia 11.58.
Hora del fin 12.00 p.m.
El velorio al día siguiente.
¿Cómo decirles “Ya no va a estar”?
¿Cómo verlo atrapado en una caja blanca?
Las velas encendidas
son puestas en cada esquina.
¿Cómo aguantar las palmadas en la espalda?
Hasta en el funeral,
las mujeres se improvisan
una reunión social.
El muerto comienza a apestar,
momento de enterrar,
despertar, volver a comenzar,
otro que se nos va.
¿Hasta cuándo le vas a llorar?

Saluda al del pésame,
dale las gracias al de las flores,
abraza al viento,
porque el que te apoyaba,
ahora tiene la mano congelada
con la sangre coagulada,
para ti no queda esperanza.

¿Dónde quedan las sonrisas?
Resignación.
¿Dónde quedan los recuerdos?
Su corazón ya se apagó.

lunes, 26 de enero de 2009

A las mujeres que quieren estudiar psicología deberían prohibirles la entrada a la Universidad

Mujeres peinadas,
mujeres arregladas,
mujeres que cumplen
con su papel de ama de casa,
de puta cara.
Sirvienta de oficina,
sumisa para la familia;
las que estudian psicología,
una pérdida de tiempo para la rama.

La primera escribe un libro,
la segunda se vuelve psiquiatra.
En tercera instancia te extienden
un diagnóstico clínico que dice:
“Aunque no lo parezca,
la paciente no tiene nada”.
Mentir descaradamente,
hacer de tu vida un drama,
para estas mujeres es ser una de tantas
pero de las pocas que le pagan,
al final de cuentas “aquí no pasa nada”.

Regrésame mi cuota monetaria,
quédate, con confianza, con mis traumas,
luego rectificas dices: “todo te pasa”,
no tienes ni la más remota idea
de donde estás parada.
¿Quién te dijo necesito un abrazo?
No lo quiero, gracias.

domingo, 25 de enero de 2009

Junto con toda mi idiotez

Nadie nunca te va a entender,
nadie nunca te va a comprender.
Podrán intentarlo,
darte palabras de aliento
que se pierden como el eco.

Las palmadas son de compromiso,
los besos son de hipócrita,
el consuelo de un mantenido,
el abrazo es por fin ya de un amigo.

No se puede estar en medio de la vida,
esperando por siempre a Godot.
¿De qué te sirve dar la soga al otro,
si tu estás hasta el final del pozo?
¿De qué te sirve encontrar el sufrimiento
si hace mucho que no te miras al espejo?

La gente critica
porque no sabe lo que hay dentro.
¿Cómo van a saberlo?
Si de mentiras vivimos,
de maquillaje nos sostenemos,
nos pudrimos interno.
Censura a las ideas,
alto y hambre a las bocas
¿Por qué no somos lo que somos?
Ya lo recuerdo,
porque no sabemos.

sábado, 24 de enero de 2009

A última hora de un Jueves

A veces es mejor permanecer callada,
si no quieres oír las carcajadas,
de todo un salón de filosofía.
Sentada en el asiento de la primera fila,
las risas de atrás,
me carcomían.

Yo leí, el maestro trato de parar,
y ella susurró que nada se apuntaba
en el pizarrón,
porque nada de lo que había dicho,
tenía relación con la razón.

Las risas eran cada vez más fuertes,
yo me mordía mis uñas verdes.
Tendría que hablar sola con mi silencio
y mi pseudo filosofía,
antes de quedar como idiota ante un salón,
que habla sobre que es naturaleza
y su relación con la vida.

Ya no oigo,
ya no estoy,
ya no veo al profesor.
Solo quiero irme y no volver a hablar…
¿Por qué tenía que dar mi estúpida definición?

Las risas prosiguen,
y yo tengo que volver
callada, sumisa, callada…
Ya no existir más.

jueves, 22 de enero de 2009

Vieja, Mayor, Anciana

He sentido que tengo un alma vieja.
Mi cuerpo alberga un alma mayor,
se sintió rara, extraña, insultada
al ser puesta en un cuerpo de edad tan menor,
que lo consumió,
lo envejeció,
hasta sentirse mejor.

Por eso mi cutis esta carcomido,
mi pelo se cae a puños cada vez que lo cepillo,
mis nudillos y mis dedos
están arrugados cada vez que me pongo mis anillos.
Empecé a menstruar a los nueve años.
Mis caderas se ensancharon,
mi olor se hizo insoportable,
mi cara se lleno de granos,
tenía tan solo doce años.

Todo, absolutamente todo,
lo provocó esta alma vieja que me habita,
que está cansada,
que está rendida
tratando de recuperar la juventud perdida.

Se acaba el tiempo,
mi cuerpo agoniza
y mi alma y mi mente…
y mi alma y mi mente…
y mi alma y mi mente…
complotan inertes.

miércoles, 21 de enero de 2009

¿Hasta qué punto llegue para mostrarles mi vida a personas desconocidas?

¿Con qué ánimo vivo? Con el afán de alcanzar lo que otros veo que alcanzan, con el afán de decir que sucedió y de que fui la única que se comprometió, con el afán de decir que los demás, los que no se dan cuenta, no saben, no son nada, más que atroces y superficiales. Me sobreestimo y soy por completo de los demás, de los que ven, para que me vean.

¿Hasta qué punto las lagrimas son falsas? ¿Hasta qué punto quiero que lo sean? ¿Hasta qué punto me avergüenzo de lo que soy y finjo para ser un poco más? ¿Hasta qué punto soy lo que parezco, hasta qué punto quiero serlo? ¿Qué estoy haciendo? ¿A qué momento llegué para escribir todo lo que traigo encima y darle un formato que se lea? ¿Qué mejor escritor hay que no sea aquél que antes de inventarte una realidad te muestra la suya, que peor persona hay que aquella que dice lo que no le corresponde para contarte una historia?

En verdad no soy tan mala, en verdad no soy lo que soy, porque de una u otra forma rechazo lo peor que soy, porque lo que se discrimina a veces resulta más hermoso que aquello que siempre se busca.

martes, 20 de enero de 2009

Susana

Molesta estas
arriba vas,
rápido piensa
y verás
Susana, que no todo es
olvido y tristeza
laguna de lágrimas son tus ojos.

lunes, 19 de enero de 2009

Tan solo una pregunta

Si el mundo se acabara,
en este preciso instante,
lo único que haría sería besarte.

Si el mundo se acabara,
en este preciso instante,
lo último que haría sería escucharte.

Si toda la humanidad,
se acabara en un solo instante,
dime si en ese instante:
¿Tú estarías conmigo?

domingo, 18 de enero de 2009

Se va por el excusado

Mi corazón está roto, destrozado
se ahoga entre arterias tapadas,
siento como se hunde
entre mi sangre clara,
anidándose con células madre
que han perecido con mi alma,
llenandose de agua
bombardeando cada fuerte
con una cicatriz deforme
los puntos perecen.

Cae de las costillas al intestino,
terminando en el excusado
acompañando a los orines provocados
del brindes con tequila
para el corazón que ha fallado
después de ser operado.

Sin dolor cuando paso por el ano,
con melancolía de saber
que sin un órgano
me he quedado.

sábado, 17 de enero de 2009

De todo corazón

Si te complicas la existencia
te hundes,
si eres simple sales a flote.

Ya paso,
no puedes hacer nada
para remediar,
tienes otra oportunidad
y tú decidiste regresar,
pudiste quedarte allá,
pero quieres estar acá,
para no sentirte tan sola,
para saber cómo funciona
por lo menos
lo que tienes que volver a empezar.

Si, te puede hartar esta ciudad
la gente que estamos en ella,
las cuatro paredes que te encierran,
pero las tienes que soportar,
lidiar con ellas,
verle lo positivo,
porque lo hay,
no estás perdiendo tu sueño:
Cursas, apruebas, entras,
no, no es para que estés contenta,
pero si sigues enojada, triste,
frustrada,
no vas a lograr nada,
puedes empezar de cero,
que tu culpa parcial sea nula.

Firmar,
luego restregarles en su cara
que pudiste,
que te vas ya
a donde verdaderamente quieres estar.
Fácil, simple, sencillo
renuncias ahora a tu sueño
lucha por volver a tenerlo
y completo.