domingo, 8 de marzo de 2009

Mujeres que gritan

El aborto es la burla
del gobierno a las mujeres,
nos educan para procrear
y después irónicos nos preguntan:
¿Cómo lo mantendrás?

Nueve meses con nuestro hijo dentro:
en el autobús nos siguen mirando feo,
en la escuela susurran a nuestras espaldas,
en nuestras familias nos maltratan,
somos la escoria que salió embarazada,
la del domingo siete en un miércoles.

Nos violan, nos ultrajan, nos venden,
valemos para ellos “Tres puercos”.
Nuestra sangre sigue corriendo,
nuestras piernas siguen abiertas:
¿Por qué antes de criticarnos,
No nos enseñas como cerrarlas?

Lloramos al cuadrado,
perdemos a lo que más queremos
porque tú sigues apuntándonos con tu dedo.
¿Sabes lo difícil que es amamantar
a quien no alcanzo ni dos kilos en un hospital
o que la partera se negó a tratar?

Déjanos ser madres solteras
sin obligar a nuestros hijos
a tener solo un apellido,
sin obligar a nuestros hijos
suplicar por una pensión alimenticia,
el hombre no tiene ninguna obligación,
porque para empezar
el hombre ni siquiera existió.

Somos mujeres y si,
puede que hayamos cometido un error
pero también puede
que no hayan tomado en cuenta nuestra opinión.
¿Por qué condenar a quien sufrió
y no a quien cometió la acción?

No queremos la pastilla,
no queremos laboratorios clandestinos…
¡Queremos amor!
¡Queremos educación!
¡Nos enamoramos y se nos otorgo!
¡Nos violaron y se nos recompenso!
Ese es nuestro pequeño.

No queremos ser vendidas,
no queremos ser mantenidas,
no queremos ser árabes para ser ultrajadas
o sauditas para ser ignoradas,
ni mexicanas para ser escopetas en una esquina.
No queremos morirnos de hambre
por ser viudas
ni vestirnos de hombre y ser asesinadas.

¡Basta, de soportar el libido de un viejo decrepito!
¡Basta de que el sacerdote, el tío y el compadre nos levanten la falda!
¡Basta de llamarnos: “zorras, putas, rameras, cualquiera”!
¡Basta de ser solo un par de piernas largas!
¡Basta no somos tu burla!

miércoles, 25 de febrero de 2009

Úrsula y su hija explotada

Eres la que tienes que fingir día a día para sobrellevar a quien te da vida y alabar a quien te la quita. Tienes una pierna a punto de ser amputada y los recibos médicos que se acumulan en la gaveta de quien más te estima y a la que más sobreestimas explotándola por conveniencia de los que según tú, te necesitan.

Le ves la cara de estúpida a la pobre y ella se deja con tal de que tú ya no grites, mientras a escondidas le sacas el dinero del monedero para repartirlo ante aquellos que se acaban la comida, la luz, el teléfono sin dar un solo peso a la casa que tu pobre hija explotada sostiene de madrugada.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Mis brazos se han cansado

Crías cuervos, crías ratas, que engruñen
mientras te sacan los ojos,
fuerte oigo tu voz
riéndote de sus gracias.

Darte una taza de tu propio chocolate,
anhelo,
me encuentro demasiado blanda,
atada.

Tiendo la mano,
estas llorando,
se hunde el barco.
¡Mira que casualidad!
Tus crías son las primeras en zarpar
dejándote a merced del mar.
Como siempre, soy yo la que tiene que remar.